- ¿Y bien? ¿Que me querías decir? No es de mi agrado estar aquí y lo sabes. –Dijo ella cerrando la puerta de la habitación.-

- Lo sé, si quieres puedes marcharte.

- Ahora que estoy aquí me lo dices. – Dijo ella acecandose a el.-

- Verás sé que me he estado comportando como un completo imbécil estos días…

- Pues si la verdad. –Dijo ella interrumpiendole enfadada.-

- Dejame hablar porfavor…

- Perdón, sigue.

- Bien, quiero pedirte disculpas, porque por mi culpa estamos así y no me gusta nada verte y que ni me mires a la cara.. de verdad que se me hace insoportable.

- ¿Por que te comportaste así la otra noche?

- No te lo quería decir, pero hay una chica…

- ¿Y cuando pensabas decirmelo? ¿Quien es? –Dijo ella interrumpiendole nuevamente con el corazón en la boca.-

- Bueno, es una chica que me hace sentir realmente bien a su lado, que me quita las palabras al verla y solo puedo sonreír, no puedo dejar de pensar en ella por las noches, me quita las ganas de todo sin ella y con ella soy el mas feliz del mundo.

- Pero, ¿quien es?

- Mira, es esta, la chica que verás en esto que te daré ahora.

El se va, coge una caja que tenía en el estante y se la dá, ella la abre y dentro de la caja había un espejo, al abrirla ella pudo contemplar su reflejo, al verlo sonrió y le miró sonrojada. Ella sin decir nada, tiró la caja a la cama y se acercó a el, le acarició el pelo, el la cogió por la cintura y acabaron fundidendose en un beso.