Compañera de sonrisas y lagrimas, de locuras y aventuras, de llantos y carcajadas, de bailes y fiestas, de cotilleos y rumores, de abrazos y besos.

Que como ella ninguna, quizá tenga pequeñas manías que no se aguanta ni ella misma, pero aún así es la perfección personificada.

Es como una heroína, cada vez que la necesitas acude, sin llamarla, esta ahí, abrazandote, sonriendote, y entonces es cuando te das cuenta de que las cosas pasan por algo, de que pase lo que pase ella estará ahí, aunque no te lo diga lo sabes.

No todo es amor, que cuando el amor te ahoga viene la amistad y te da aire.No te da sofocos, te da alegrías, que es como la luna y el sol, quizá no se ven pero se quieren y saben que están ahí para todo.

Tengo que agradecer tanto que me faltarían palabras.

Nadie la valora tanto como debe, no es nada normal su sonrisa ni la forma en la que te puede llegar a animar en cosa de segundos. Puede que no se valore, pero te valorará si realmente vales la pena.

Y es que cuando compartes noches como las que he compartido a su lado, te das cuenta de que no puede haber nada mejor que, recorrerse Barcelona con ella, comerse el mundo bailando y cantando, reír hasta que te explote la barriga.

Y hay algo que tengo claro, si alguna vez se va de mi vida, no volvería a ser la misma.