Y ya iban 188 días sin una caricia tuya, sin esos besos que me dabas y de golpe nos encontramos y nos quedamos mirando como dos tontos sin saber que decir, solo sonreíamos. Y yo no paraba de recordar todo lo vivido junto a ti intentándome explicar porque precisamente tú te fijarías en alguien como yo, y de repente me di cuenta que tú meses antes te hiciste exactamente la misma pregunta. No somos tan diferentes, ¿recuerdas?, tu con tus pequeñas manías y yo con las mías, nos conocíamos dijéramos lo que dijéramos, nos habíamos acariciado tanto que en algún momento, no recuerdo bien cual, algo sucedió entre nosotros, encajamos. Y aquella noche no pudimos contenernos mas y nos comimos a besos, nos llenamos de caricias y susurros con más complicidad de la que jamás lo habíamos echo. Solo por el simple hecho de habernos echado tanto de menos.