Take your camera wherever you go.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Hace mucho que no escucho un te quiero sincero, de esos que te llenan el corazón de amor y el estomago de mariposas. Que cada vez las mariposas vuelan con menos entusiasmo y el corazón late mas lentamente y lo hace por pura monotonía, sin sentido alguno. Ya no tengo a quien ver y sonreír. A quien coger de la mano por la calle y darle un beso a cada semáforo en rojo. A alguien que me vuelva loca con susurrarme en el oído. Ni a quien abrazar los días de invierno. ¿Y que me queda? Me quedo yo. Nadie puede gozar con un te quiero propio pero no me he dado cuenta de que siempre he estado ahí y seré la única que esté aquí cuando todos los demás se vayan. Quizá la soledad aterre pero ¿Porqué? Que mas da, siempre tendrás a alguien con quien salir pero puede ser que no sea lo mismo ya que no le cuentas tus penas, pero piensalo, ¿A caso te va a solucionar alguien los problemas salvo tú? Deja de tener tanto miedo por lo que te pueda pasar hoy o mañana. No entendemos las cosas y les damos mil vueltas. Que siempre será ese ni contigo ni sin ti. Vamos a dejarnos de tonterías y a poner las cartas sobre la mesa, que dicen que al mal tiempo, buena cara. Que después de la tormenta siempre llega la calma. Pero que al fin y al cavo las cosas nunca cambian. Y que quien tiene boca se equivoca pero que rectificar es de sabios. Y mira ¿que quieres que te diga? si quien avisa no es traidor, mejor solo que mal acompañado. Sobretodo ten en cuenta que no hay mas ciego que el que no quiere ver y que a buen entendedor pocas palabras bastan. Así que cuando dejes de tener miedo aprenderás a pasartelo bien. 

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