Que no todo es tan fácil como lo pintan ni como me lo parecía.
Un beso de despedida que sabe amargo.
Un nudo en la garganta y ojos llenos de lágrimas.
No entender el porqué de muchas cosas pero saber que la respuesta está en no preguntarse el porqué de estas.
Saber que a partir de ahora, solo haré lo que yo quiera y cuando yo quiera.
Que me importará una mierda lo que los demás piensen y a quien me falle, que le follen.
Que si quiero me fumo un piti o un peta, ¿Que mas da?
Que ya se sabe que eso de que quien mas da, es quien mas pierde.
Y me importa bien poco si quemas, tiras, lloras o escupes a nuestros recuerdos.
Haz lo que te de la gana, pero esta vez vete y no vuelvas.
Que ya no vale eso de hacer promesas estúpidas, las palabras se las lleva el viento.
Como bien me dijiste, somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros pensamientos, pero de lo que no te das cuenta es de que siempre se quedan más con las palabras desagradables que con las que llenan de alegría.
He estado jodida, y jodidamente enamorada.
Supe como entrar a tu vida, pero no sabía como salir. No sabía como hacer que la cama no me viniera grande los sábados por la noche.
Quererte nunca fue suficiente, habían demasiados, como tu dices, imposibles, entre nosotros.
Nunca supiste amar, pero tampoco quisiste aprender.
Y te diré algo, los cuentos sin acabar siempre tienen un final forzado, y los dos sabemos que en este caso, esto es así.